martes, 16 de abril de 2013

La urgencia de lo importante ¿o era la importancia de lo urgente?


Todos los días lo mismo.
Una y otra vez.
  • ¿Esta ya listo lo que te pedí ayer?
  • Necesito esto para ayer.
  • ¿No puedes aplazar algo y ponerte con aquello otro?
¿Nunca os ha pasado?
Para mi es el pan de cada día.
Y me hace plantearme una cosa.
¿Todas las cosas importantes necesitan siempre ser solucionadas en un corto espacio de tiempo?

Yo creo que no.
Todo viene por una falta grave de planificación.

Lo que hace un mes era necesario (pero no importante), hoy pasa a ser urgente (pero no importante).
Lo que hace un mes era importante, hoy ya está hecho, por lo que nunca ha llegado a ser urgente.

Si tenemos una idea clara de cuales son las tareas que tenemos que hacer, podremos priorizarlas.
O al menos, pedir que nos las prioricen.
Pero esto es un problema en cascada.

Yo puedo tener muy bien organizadas y priorizadas mis tareas, pero si mis peticionarios no las tienen, me terminarán llegando cosas urgentes y no importantes.

¿Cómo romper este circulo vicioso?
En dos pasos.
Primero, empezar por organizarse uno mismo.
Si no soy capaz de organizarme a mi mismo, no puedo pedir a los demás que se organicen.

Segundo, decir NO.
Muchas veces, por falta de confianza, por exceso de responsabilidad o incluso por miedo, se acepta todo.
Al ir por este camino, siempre tendremos cosas urgentes de otros.
Si decimos NO, el punto de vista cambia, pues hay veces que cuando se para un momento a reflexionar, algo que se necesitaba para ayer, puede esperar a mañana.

Obviamente, hay que saber como decir NO, pero eso mejor lo vemos otro día :-p

No hay comentarios:

Publicar un comentario